Alguna vez fuimos chicos. Fue el invierno de 2008 y nos juntábamos un rato en la Plaza Pizzurno. Mis amigos y yo nos sentábamos en el solcito del estacionamiento, mientras vos estabas bajo el ombú, en la otra punta. No nos conocíamos, pero estábamos en el mismo lugar, a la misma hora, todos los sábados, solo que dándonos la espalda. Yo después me iba a caminar por microcentro un rato y vos seguías ahí, hasta la noche. Ya van a ser siete años de esto, ¿crees en el destino?, porque al final parece que nunca estuvimos destinados a desencontrarnos...
12/2/15
# 126
El invierno en el que me quemo el
sol
Alguna vez fuimos chicos. Fue el invierno de 2008 y nos juntábamos un rato en la Plaza Pizzurno. Mis amigos y yo nos sentábamos en el solcito del estacionamiento, mientras vos estabas bajo el ombú, en la otra punta. No nos conocíamos, pero estábamos en el mismo lugar, a la misma hora, todos los sábados, solo que dándonos la espalda. Yo después me iba a caminar por microcentro un rato y vos seguías ahí, hasta la noche. Ya van a ser siete años de esto, ¿crees en el destino?, porque al final parece que nunca estuvimos destinados a desencontrarnos...
Alguna vez fuimos chicos. Fue el invierno de 2008 y nos juntábamos un rato en la Plaza Pizzurno. Mis amigos y yo nos sentábamos en el solcito del estacionamiento, mientras vos estabas bajo el ombú, en la otra punta. No nos conocíamos, pero estábamos en el mismo lugar, a la misma hora, todos los sábados, solo que dándonos la espalda. Yo después me iba a caminar por microcentro un rato y vos seguías ahí, hasta la noche. Ya van a ser siete años de esto, ¿crees en el destino?, porque al final parece que nunca estuvimos destinados a desencontrarnos...
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