Así te vi y parecías la noche perfecta para olvidar cualquier pena. Te vi, al mismo tiempo, como me veía a mi misma, con una herida que no paraba de sangrar...
Un día el bote volcó y el premio a piqué se fue. Todos te daban por muerto y vos allí en mi remolque sin luz, como un polizón...
Después empecé a conocerte mejor, no sé si yo entré a tu vida por intromisión o porque indirectamente me empujaste a ella. Cuando todo estaba mal iba corriendo a "levantarte", cuando en realidad solo te tropezabas de tanta falopa, tantos polvos con otra. Sin embargo yo "no sabia nada de vos", si me preguntaban, "estábamos peleados". Te sentabas a la mesa y me agradecías...
Mirá que tipo espeso, sumiso como un guiso va. Un vago de mil caravanas, a punto de quedar a pie...
Y ahí era cuando comenzabas a caer y veía, aunque no quería aceptarlo, veía que era por tu estupidez. No eras más que un guiso, y caminabas agachando la cabeza y me pedías que te ayude. Irónicamente tus amigos no querían compartir una birra o comprarte un "Fernandito" y vos seguías sentado en mi mesa y yo veía como estabas a punto de caerte del carro que te llevaba...
Fundiendo plomo logras chorros de oro cochino, en besos de lo más desnudos...
Te hacías el gato a mis espaldas y te ibas a acostar con cualquiera, con esas putas que te querían para una noche, dos, tres, cuatro... pero que no estaban ahí para darte de comer, para cumplir tus caprichos y por eso volvías una vez más a sentarte a mi mesa...
Pero el café con tu suerte se enfría en mi mesa fría...
Y me volví algo arisca, porque sabia de tus mañas, sabia que algo andaba mal y no me lo querías contar. Aunque yo sabia que eras ese "vivo bárbaro" que no era hombre de una sola mujer, sabia que tenías algo más entre manos, como buscando el momento ideal para tomar algo de mi e irte...
Apuntamos a tu nariz, hundimos tus pómulos y vos resplandecías. No te quedo sueño por vengar y ya no esperas que te jueguen limpio nunca más...
Ahí fue cuando nos cayó la ficha, hablo de mi familia también. Después de tantas lágrimas, tanto susto y dolor. Y empezaste a sospechar y te diste cuenta que no iba a haber un final feliz, aunque yo te seguía dando esperanzas de que trates de hacer alguno...
Salando las heridas jodiste a todo Cristo y más, a boluditos de la luna y tipas porno-nazi look...
Me acuerdo cuando empezabas a hablarme de todo y todos. "Compartias" conmigo tus opiniones. Sí tu ex novia no era una puta que te daba asco, lo era tu mejor amiga y tu mejor amigo(ese que vive a 4 cuadras) era un garca, el único que "medianamente" safaba era tu otro mejor amigo, si es que te compraba algo para escaviar y la mina que te garchabas a escondidas mio era una puta que te daba asco porque cagaba al novio. Pero al mismo tiempo ibas con ellos y les decías que yo era esto y aquello, cuando yo lo único que era fue ser demasiado buena y paciente a la hora de oír como me dabas mil y un razones para matarme...
Tu lengua se derrite, en modas de la rabia de hoy. Cuando enfermas con tanta gana cerrás las filas del dolor...
Y seguías boqueando de cada uno, pero hubo un tiempo en el que no te vi y ahí te enfermaste hablando de mi y haciendome el mayor daño que pudiste. Sin embargo traté de no pasarte cabida y eso te cabio, por más que lloraba seguía intentando una y otra vez caminar...
Apuntamos a tu nariz, hundimos tus pómulos y vos resplandecías. No te quedo sueño por vengar y ya no esperas que te jueguen limpio nunca más.
Y ahora que te tomaste el palo, te llevaste todo lo que pudiste sabes que cuando vuelvas no te voy a recibir con laureles ni flores. No voy a aplaudir tus acciones y aún más sabes que vas a volver y vas a reclamar algo que pensas que es tuyo, pero no lo es... Sangre de mi sangre, mezclada con la tuya no justifica que te pertenezca algo que rechazaste desde su existencia. No esperes más comprensión, ni el beso por las mañanas, ni las tardes con el matecocido, ni mucho menos el amor que te dí alguna vez bajo las sabanas...
No hay comentarios:
Publicar un comentario